

Los perros son animales muy fieles a sus dueños y nos reportan una compañía y un cariño especial, pero tienen una serie de necesidades y comportamientos que a veces pueden llegar a causarnos incomodidad e irritación. El incesante ladrido de un perro cuando llaman a la puerta es uno de estos comportamientos desagradables, pero que por suerte se puede corregir y educar.
A continuación, en Luxury Mini Pets te explicamos el motivo de sus ladridos y te contamos algunos trucos y consejos para evitar que tu perro ladre cuando suena el timbre:
¿Por qué mi perro ladra cada vez que llaman a la puerta?
Los perros son animales muy territoriales, y como tales desean alertarnos de cualquier disrupción en el entorno y defendernos de posibles amenazas. El ladrido es una reacción natural que nos avisa sobre los cambios que se producen en su territorio y por ello, un sonido fuerte como el timbre puede desencadenar esta respuesta. Aunque puede resultar útil para advertirnos de que nos traen un paquete cuando estamos con los cascos puestos, en la mayoría de las ocasiones puede llegar a resultar molesto y generar conflictos con las comunidades de vecinos. Una vez entendidos los motivos por los que los perros ladran cuando llaman a la puerta, se pueden seguir una serie de pasos para cambiar este comportamiento.
¿Cómo evito que mi perro ladre al oír el timbre?
Aunque el ladrido es un comportamiento natural, cuando es insistente y excesivo acaba siendo disruptivo y desagradable para dueños y vecinos. Puedes hacer que tu perro deje de ladrar cada vez que llaman a la puerta de forma fácil y sencilla, pero para ello es necesario ser constante y no tirar la toalla. Solo hace falta seguir los siguientes pasos:
- Familiarizar al perro con el sonido del timbre. Para convertir el sonido en un estímulo neutro es necesario que se convierta en algo cotidiano y habitual. Con la ayuda de un amigo o familiar, hay que hacer sonar el timbre desde fuera con ciertas pausas entre toques para que se acostumbre al sonido mientras te mantienes a su lado y lo tranquilizas con palabras suaves. No debe entrar nadie por la puerta en ese proceso, para evitar la relación directa entre el timbre y la llegada de alguien.
- Asimismo, cada vez que alguien llame a la puerta puedes guiar a tu perro hasta su sitio de seguridad (ya sea su camita o un sitio para estar tranquilo) mientras le dices suavemente “a tu sitio”. Una vez se haya colocado allí, lo ideal es darle algún premio (chuches o refuerzos positivos) para que lo asocie con este lugar.
- Es importante no regañar ni gritar a tu perro cuando se ponga a ladrar, puesto que puede resultar contraproducente e incluso conseguir el efecto contrario. La mejor opción es tratar de ignorarlo y seguir estos consejos con constancia y calma.
- En el momento en el que deje de ladrar al escuchar el sonido de la puerta, prémialo con sus chuches favoritas como refuerzo positivo.
El proceso puede llegar a ser más largo si se trata de un perro adulto en vez de un cachorro, pero es posible cambiar esta conducta y hacer que tu perro deje de ladrar cada vez que llaman al timbre.