La raza de perro Schipperke posee una personalidad alerta y curiosa. Llama mucho la atención su gran manto de pelo negro (puede haber algún otro color pero no es habitual), y su robusto cuerpo.
Su nombre significa «perro pastor», pero a día de hoy es un perro de compañía.
Cuidados del cachorro Schipperke
Para el cachorro llegar a su nuevo hogar supone algo de inseguridad, al salir de su entorno conocido. Por ello, es bueno ofrecerle un lugar tranquilo y no agobiarlo mucho.
NO sacarle a la calle hasta que cumpla 3 meses y tenga puesta la 3 vacuna, ni bañarle ni juntarle con otros animales. Algunos cachorros el primer día de llegada casi no comen ni beben, hay que estar pendiente de que lo hagan.
Procedencia de esta raza
El origen de esta raza se remonta a tiempos muy antiguos. Existen documentos de finales del siglo XVII que mencionan la posibilidad de la existencia de esta raza en el barrio Saint – Géey de Bruselas, donde vivían con los zapateros de este lugar. Es prácticamente un Pastor belga en miniatura, de hecho, se cree que comparte progenitores con otra raza de pastor belga, la raza Groenendael.
Los zapateros organizaban exposiciones caninas donde se juzgaban especialmente los collares creados por artesanos que llevaban puestos y no tanto la apariencia del perro.
Existe una leyenda que dice que fue un zapatero con mal perder el que cortó la cola del perro ganador como venganza. Esta acción se hizo popular y algunos dueños de Schipperkes la realizaron hasta que se prohibió. Existe otra versión que dice que un zapatero cortó la cola del perro de su vecino por invadir su propiedad, y otros zapateros hicieron lo mismo.
Los marineros empezaron a interesarse por esta raza como buenos cazadores de roedores y guardianes que eran.
En 1883 se describe al Schipperke como perro Pastor. En 1888 la reina de Bélgica en ese momento, Marie – Henriette, adopta un perro de esta raza y, por tanto, gana popularidad.
El Schipperke también llegó a Gran Bretaña, lugar donde creció el interés por él. Además, hubo un tiempo en el que había más Schipperkes en Gran Bretaña que en Bélgica, hasta que este último país propuso un plan de acción para preservar la raza, y entonces se sentaron las bases que existen en la actualidad.
Cuidados básicos
Los cuidados del Schipperke son muy sencillos, pero hay que llevarlos a cabo para que tu perrito esté en perfectas condiciones. Necesita realizar ejercicio porque tiene mucha energía que quemar, además de sus paseos diarios, tendrás que jugar con él o incluso realizar algún deporte. Puede vivir en un apartamento siempre y cuando se cumpla lo anterior. En cuanto al cepillado, se debe realizar una vez a la semana y más frecuentemente en época de muda para quitar el pelo muerto y los enredos.
Alimentación
Como a todos los cachorros, resulta muy recomendable alimentarles con un pienso seco de calidad de la gama junior. El hecho de que la comida húmeda no sea recomendable se explica porque es más difícil de digerir, por lo que podría ocasionar episodios de diarrea a tu pequeñín.
Esta raza no es complicada de alimentar, el pienso debe estar adaptado a su edad como ya se ha mencionado, pero también a su nivel de ejercicio físico. Es decir, la alimentación debe ser equilibrada, de calidad y con contenido energético.
Por último y muy importante, es necesario que controles las raciones de la comida de tu pequeño amigo, sobre todo en el caso de que sea muy glotón y tenga tendencia a engordar. No en vano su sistema óseo es más delicado que el de un perro de mayor envergadura y no está preparado para afrontar un problema de sobrepeso que, además, tal y como ocurre con las personas, será más difícil de atajar una vez que ya haya engordado.
Alimentos tóxicos
- Chocolate (el chocolate negro es el más perjudicial)
- Uvas y pasas
- Azúcar
- Huesos
- Ajo, Cebolla
- (Carne de cerdo cruda)
- Cafeína
- Frutos secos
- Pimiento
- Puerro
- Alcohol
- Cítricos
- Huevos
- Aguacate
- Xilitol
- Leche (puede producir diarrea – mejor yogur)
- Paracetamol; aspirina
Higiene
Mantener a tu perro limpio e impoluto no requiere grandes esfuerzos. El Schipperke no requiere cuidados de su manto en exceso, deberá ser cepillado por lo menos una vez a la semana. En cuanto al baño, solo cuando sea totalmente necesario, ya que por lo general son perros limpios. Por otro lado, se debe prestar atención a los ojos, orejas y uñas para observar cualquier problema que pudiera haber.
Estas pautas básicas de higiene incidirán en tu pequeño y también positivamente en la salud y el bienestar del resto de los miembros de la familia, si se tiene en cuenta que el contacto físico que se establece con estos perritos es muy estrecho.
Higiene dental
Los perros de raza pequeña son los más propensos a la presencia de bacterias en las encías por acumulación de placa y de sarro, porque, aunque tengan la misma dentadura que el resto de los perros, su mandíbula es más pequeña y las bacterias se acumulan más.
Un cepillado a la semana aproximadamente sería lo correcto, y además debe verlo como una rutina y algo normal. Un buen pienso también ayudará a prevenir el sarro y la placa.
Otra cuestión para tener en cuenta es que para reforzar su dentadura es clave que puedan morder, por lo que debes proporcionarle juguetes como pelotas, cuerdas, huesos o peluches para que puedan desarrollar esa mordida. El sarro no solo va dañando el esmalte dental, sino que propicia la acumulación de bacterias causantes del mal aliento. Sprays bucales sabor a menta, cepillos de dientes manuales y eléctricos y cremas dentales serán algunos de sus grandes aliados.
Baño y secado
El Schipperke es un perro limpio y que no genera mucho olor, por lo que los baños se deben realizar cuando sea totalmente necesario. Sin embargo, hay que tener en cuenta que, en los tiempos de muda, el baño deberá ser con agua tibia para facilitar la retirada del cabello muerto. Mudan dos veces al año y en algunos casos, una. Este proceso dura un mes aproximadamente.
Una vez lo saques del baño, retira el exceso de agua con una toalla y aplica secador con cuidado de no acercarlo demasiado a su delicada piel ni de utilizar una temperatura demasiado elevada.
Cepillado
El cepillado de esta raza deberá ser una vez a la semana para mantener su manto cuidado. Debido a que tienen una capa de subpelo que los protege del frío y del calor, esta se debe cepillar con una herramienta de cepillado especial. Por último, en los periodos de muda, se debe cepillar varias veces a la semana e incluso diariamente para eliminar enredos y pelo muerto.
Vacunas y tratamientos antiparasitarios
Como el resto de raza de perros, la salud de tu perro va a depender en parte de que le sometas al calendario de vacunaciones que te indique el veterinario y que le trates con pipetas o collares antiparasitarios que mantengan a raya pulgas y garrapatas, sobre todo en época estival.
Cómo adiestrarlo
Aunque es un perro con mucha energía que debe quemar, es una raza perfecta para criar y cuidar en casa. Un patio pequeño no le vendría mal, pero si no es el caso, además de sus paseos diarios, se debe practicar algún deporte con él o jugar hasta que agote su energía diaria.
Hay que establecer unas normas de conducta para convivir y que resulte lo más confortable posible para todos.
Educarle para que haga fuera sus necesidades
Debido a que su vejiga es pequeña necesita salir con más frecuencia que otros perros grandes, por lo que lo mejor es que lo saques en el momento que te despiertes y justo antes de irte a la cama.
Después de la comida también deberías sacarle a pasear, logrando así que asocie el paseo con el momento en el que debe evacuar. De cachorro no debe tener acceso a las habitaciones para evitar que se esconda y haga sus necesidades por cualquier parte.
Muéstrate dominante
Antes que el pequeño cachorro pretenda establecerse como rey de la manada, debes establecer tu dominación, pues de lo contrario podría llegar a mostrarse insoportable. Sé firme en tus decisiones y no vaciles, pues si consientes que se salte tus reglas, aunque solo sea una vez, comenzará a percibir que es él quien tiene las riendas de la situación.
Evita caer en la tentación de cogerlo mucho en brazos o de llevarlo en el bolso y procura que en sus paseos se muestre sociable con los otros perros y con las personas. Intenta que gaste toda la energía posible siempre que salga.
En invierno no olvides que esta raza es susceptible al frío, por lo que son idóneos para ellos los complementos textiles.
Durante el paseo es importante que le enseñes a caminar a tu lado, tanto por poner límites como por evitar cualquier altercado que pudiera sufrir. A la vuelta sigue fomentando tu autoridad con gestos del estilo de entrar tú primero en casa mientras él espera.
Enséñale a sentarse
También es importante enseñarle a que se siente para ayudarle a calmarle en ciertas situaciones o, cuando estéis paseando, para evitar una escapada rápida. Puedes acercarle una golosina a la nariz y subir la mano mientras dices “Siéntate” o “Sit” o presionar su trasero hacia abajo mientras pronuncias la misma orden. Una vez lo consigas debes darle su golosina y hacerle mimos para que asocie tu orden con ese gesto.
Educa en positivo
Aléjate siempre a la hora de educar a tu cachorro de los gestos agresivos, de un exceso de gritos o de darle algún golpe. Su sensibilidad y su miedo saldrían a flote y si comienzas a imponerle demasiado se defenderá con ladridos, agresividad e incluso pequeños mordiscos cuando te acerques.
Acostúmbrale también a viajar contigo en coche, bien en trasportín, si se encuentra demasiado nervioso, o simplemente sujeto con el cinturón de seguridad, al que colocarás un arnés, si se muestra tranquilo.