Cuidar a nuestra mascota es esencial y más todavía cuando están enfermos o sufren de un accidente, por eso contar con un veterinario de confianza que sepa lo que hace es muy importante. En los últimos años han aumentado en número las negligencias veterinarias y la mala praxis por parte de este tipo de especialistas. En este post de Luxury Mini Pets os contamos los pasos a seguir cuando sufrimos una negligencia veterinaria y cómo actuar ante estas situaciones:
Negligencias veterinarias: ¿qué son?
Se definen como negligencias veterinarias la mala praxis médica en el ámbito veterinario, es decir, “la actuación profesional negligente o con inobservancia de la normativa legal aplicable a los deberes propios del oficio o profesión”.
Esto sucede cuando un veterinario no obra a tiempo en la enfermedad de nuestra mascota, realiza un diagnóstico erróneo o bien ejerce de forma inadecuada en función a sus conocimientos. Esta mala praxis puede ser fatal y es necesario protegernos de ella.
¿Cómo prevenirlas?
Para prevenir una negligencia veterinaria debemos pedir y guardar cualquier tipo de documentación omo radiografías, facturas, recetas, analíticas e informes sobre el diagnóstico, la asistencia y el tratamiento. Asimismo, en el caso de dejar ingresada a nuestra mascota, debemos antes de firmar nuestro consentimiento ser debidamente informados del diagnóstico, las pruebas y el posible tratamiento que se le realizará.
Del mismo modo, en caso de duda podemos pedir una segunda opinión a otro veterinario u hospital clínico, para comprobar que se está siguiendo el criterio adecuado.
¿Cómo actuar ante una negligencia veterinaria?
En el caso de que nos hallemos ante una negligencia veterinaria, lo primero que hay que hacer es acudir a un abogado para conseguir asesoramiento. Este profesional estudiará el caso concreto, el tipo de acción a emprender y la viabilidad, además de darnos unas instrucciones con los siguientes pasos a seguir.
En la actualidad esta clase de casos conllevan algún tipo de indemnización económica, aunque suele ser insuficiente por las consecuencias de estas negligencias (muerte, enfermedad, efectos secundarios, etc). Quizá en un futuro se amplíe esta materia en derechos y se tenga en cuenta la gravedad de las consecuencias de una negligencia veterinaria.
