
Una de las principales razones por las que se acude al veterinario es porque se observa que el animal se rasca en diferentes partes de l cuerpo o que incluso se muere distintas zonas. Así que, si ves que tu perro tiene picores, sigue leyendo y descubre las posibles causas y el tratamiento recomendado. ¡Comenzamos!
Picores en tu perro, causas y tratamiento
Si ves que tu perro últimamente no deja de rascarse y tiene picores, toma nota de las causas y el posible tratamiento. Recuerda que es muy importante actuar a tiempo y consultar con tu veterinario de confianza siempre.
En primer lugar, si vamos a nuestro perro rascándose en distintas partes del cuerpo o mordiéndose habrá que observar si hay parásitos externos. El parasito principal que afecta a los perros son las pulgas. Son fáciles de identificar ya que veremos pequeños bichos negros por su cuerpo. Si esto es así, habrá que llevarlo al veterinario para que le mande una pastilla y así acabar con ellas. No obstante, este riesgo se reduce considerablemente si el animal lleva un buen tratamiento antiparasitario preventivo. Una opción alternativa es realizar un baño con un producto especifico para la eliminación de parásitos.
Otro de los parásitos que puede hacer que tu perro no pare de rascarse es la sarna. El inconveniente de este parasito es que no es visible de manera externa por lo que siempre tendrá que ser diagnosticado por el veterinario. Dentro de este parasito encontramos dos tipos, demodécica o sarcóptica. La primera no se transmite entre animales ni a humanos, como norma general suele ser de madre a hijo. La segunda sí, lo es por lo que habrá que tener especial cuidado para evitar la transmisión, no obstante, es muy difícil que tenga este tipo de sarna hoy en día.
Una vez descartados los parásitos, las principales causas de picores están relacionadas con las alergias, ya sean alimentarias o ambientales. Si la alergia es alimentaria en ocasiones viene acompañada de vómitos y diarreas como respuesta a esa alergia. Según los expertos, con que un perro chupe la tapa de un yogur y este sea alérgico al lácteo puede crear una sintomatología cutánea que puede durar hasta un mes.
Existen pruebas para ver los alérgenos y descubrir si nuestra mascota es reactiva frente a esos alérgenos alimentarios y ambientales. Si el resultado es positivo a alimentos lo primero será establecer una buena dieta que esté libre de esos alimentos. Una vez pasado un tiempo veremos cómo disminuye el picor y la actitud del animal cambia positivamente.
La exposición ambiental es más complicada de controlar, que los perros pueden ser alérgicos a muchas plantas y ácaros. Es recomendable después de subir de pasear limpiar todas las zonas que han podido estar en contacto. También es recomendable bañar al perro cada dos semanas en épocas fuertes de alergia.
Desde Luxury Mini Pets recomendamos acudir al veterinario en cuanto veamos el primer síntoma.